LOS INICIOS DE FORD
Es bien conocido que la Ford Motor Company es hoy por hoy uno de los más grandes imperios automotores del mundo, pero no es muy conocido sus inicios, lo que tuvo que hacer un tal Henry Ford para crear y hacer surgir su empresa.
Ford trabajaba en la fábrica de Thomas Edison mientras que estaba preparando un novedoso motor de nafta. Tuvo que abandonar su lugar de trabajo para dedicarse por completo a su nueva empresa; de esta manera, en 1899 se crea la Detroit Automobile Company, con un capital inicial de 86000 dólares.
Ni bien empezada la empresa, ésta tuvo sus primeros tropiezos. Los financistas del proyecto querían un auto que les generara la máxima ganancia posible, contra la idea de Ford de hacer coches baratos pero a gran escala. Los fracasos de sus primeros autos perjudicó la imagen de la nueva fábrica, por lo que Ford pensó que la única forma de levantar su imagen y darle prestigio era mediante las carreras de autos. Los éxitos en la World Championship le hace formar una nueva empresa, la Henry Ford Company, marca que duró apenas meses.
Ford crea una nueva compañía llamada Ford Motor Company. En ella ocupa casi todos los cargos importantes: vicepresidente, diseñador, jefe de mecánica, superintendente y gerente comercial. En poco tiempo toma el control de su empresa al adquirir la mayoría de sus acciones. En julio de 1903, la Ford Motor Company vende su primer automóvil a 850 dólares.

Ford T (1908)
|
Entre 1905 y 1907 produce los modelos A, B, C y N. Empiezan los primeros esbozos de la producción en cadena, haciendo sus coches más baratos que los de la competencia. Para 1906, Ford ya hace 100 unidades diarias. En 1908, Ford revoluviona la historia del automovilismo al lanzar al mercado el famoso Ford T, muy fuerte y a bajo precio. En 1913, al comenzar la producción en serie, ya era el auto ideal. Lo curioso del auto era que el modelo sólo era de un color negro especial de alta duración y bajo precio que abarató aún más los costos.
Para 1924, Ford acaparaba casi todo el mercado norteamericano. Sus altos grados de productividad reducían aún más los costos, llegando a costar los modelos T convertibles Runabout y Touring a irrisorios 260 y 290 dólares respectivamente. Pero el Ford T ya tenía más de 16 años prácticamente sin cambios, así es que se decide sacar un modelo nuevo.
En 1927, Ford ocupa la atención del mercado al anunciar la venta del T número 15 millones, y el lanzamiento del Ford A, el sucesor del famoso pero casi obsoleto modelo T. Las ventas del nuevo auto fue buena, pero a causa de la crisis de 1929 y la siguiente recesión, junto con la creciente competencia, hizo que en 1931 la producción cayera hasta la tercera parte. La única solución que encotró Ford fue la de modificar completamente el modelo A, al aumentar la potencia de su motor al crear un V8 accesible para todo público.
En marzo de 1932, luego de innumerables problemas en su construción y postergaciones en su lanzamiento, se presenta el nuevo Ford A V8, pero sin dejar de lado al tradicional motor de 4 cilindros. Los precios del nuevo modelo oscilaban entre los 460 y 650 dólares. Pero la recesión norteamericana frenó todo tipo de expansión: la producción del año fue la más baja desde 1914.
Año tras año se fue modificando el Ford A. Algunas versiones, como la de 1934, pasaron a la historia al ser los preferidos de los gángsters. Para 1936, ya se habían construido más de 3 millones de unidades del Ford V8, en sus versiones sedán, coupé y convertible. Para 1940, ya se vendía el Ford V8 número 7 millones. La producción siguió hasta 1942, donde se modifican totalmente las fábricas para convertirlas en constructoras de material bélico a raiz de la participación de los Estados Unidos en la Segunda Guerra Mundial.
Luego de servir al gobierno norteamericano, Ford se vio ante una costosa readaptación de su fábrica hacia un público demandante de modelos nuevos. De esta manera, Henry Ford vio a su marca resurgir hasta el dia de su muerte, el 7 de abril de 1947. La historia moderna da como conclusión a una empresa supermoderna y avanzada, siempre atenta a la demanda a precios normalmente accecibles al público promedio, pero no dejando de lado su faceta deportiva, al tener presencia en casi todas las competencias importantes de autos a nivel mundial.